Voo

voo. Aún hoy sigo volando, ahora por Italia además de por Galicia, parece que pasaran 9 años o 100 desde aquello, muchos, mucha vida. El Paraíso fue el nido donde sucedió, donde cristalizó una pieza que no para de crecer. El último cambio de piel fue una adaptación lúdica para verbenas, sin texto ni mensaje político y, curiosamente, la gente se emociona igual. Algunas personas lloraron cuando hice el caballo en la fiesta del vino etrusco. Ahora hago un caballo a mayores del pájaro, la gente está sensible. Lejos del nido soy más libre pero permanece la referencia amorosa de aquello que sucedió allí, como si el Paraíso dejase una huella poderosa, de aquel momento de génesis. 

Ánxela Blanco

Ánxela Blanco

Casi noviembre del 2021; la danza de lo cotidiano, el cuerpo común, la fascinación, los palos, los árboles, el agua y la vida. Bailar para imaginarse diferente (Yayo Herrero, 2019), o la danza aplicada a la educación en la búsqueda de un moverse en libertad (Emmi Pikler, 1984). (2) Estudio del trabajo en bandadas, esas estructuras elásticas y pesadas cuando las rutas que han recorrer los pájaros milenio tras milenio. Las Bandadas transitan leves esos canales atávicos, descapitalizados, orgánicamente inestables como un riachuelo de agua.